La música de videojuegos tiende a emular las bandas sonoras cinematográficas. Las características de las composiciones se han desarrollado gracias a restricciones técnicas, además de también por las influencias de grupos musicales tecnopop. Considerada como género musical por derecho propio, principalmente por tratarse en su mayor parte de música programada, a diferencia de la música grabada en estudio o interpretada en directo.